Cuando uno viaja durante una larga temporada le da por reflexionar. Y no por casualidad, ni porque nos volvamos más filosóficos, sino porque nos ocurren cosas que nunca nos habían pasado.
Además de todas las nuevas vivencias, lugares visitados, gente que incluimos en nuestra vida, ocurre un tremendo proceso de transformación irreversible dentro de nuestra personita. Como si
destaparas una botella sin posibilidad de volverla a tapar. Ves cosas que antes no veías. Lo difícil ahora es fácil, los sueños ahora son alcanzables, los problemas ahora son oportunidades, las
cosas materiales dejan de tener tanto valor… Viajar enseña y transforma.
Debe ser un efecto secundario bastante común en el viajero, y a muchos nos da por escribirlo y compartirlo, en blogs, en charlas, y el sueño de muchos: en libro. Precisamente, hace poco
leí el libro “Andando y
Soñando” de Pablo Romero, un chico argentino que decidió salir a probar por primera vez qué era eso de viajar solo y con una mochila rumbo a los glaciares de la Patagonia.
Me encanta cómo aborda distintos temas que a todos nos han surgido en este proceso, en forma de pequeñas historietas o cuentos. Me gustó especialmente aquel sobre «El ministerio de los
imposibles», una gran oficina donde la gente va a registrar sus imposibles. Pablo Romero cuenta que “desde tiempos lejanos todos los imposibles registrados han sido archivados en un pequeño
mueble con tres cajones. Y hasta ahora, no ha hecho falta más espacio…”. Además hay un requisito básico para poder registrar un imposible: haberlo intentado al menos una vez. Cuando
Pablo y yo (Bea) empezamos a viajar en forma de Verde por dentro, pudimos constatar que todo lo que deseamos es posible, sólo hay que intentarlo. De hecho la mayoría de gente que nos hablaba de
los peligros y los males del viajar así, nunca lo había hecho. No os cuento más de este capítulo para no hacer spoiler, pero merece mucho la pena.
El autor también habla de algo con lo que Verde por dentro nos identificamos mucho: “la alternativa bicicleta” como la llama él. Y viene a ser nuestra filosofía low-cost, es decir,
siempre hay alguna manera de disfrutar de muchas experiencias sin necesidad de tener mucho dinero o poseer cierto equipo. Por ejemplo, en una pequeña furgonetita y por poco dinero, puedes llegar
a ver las dunas del Sáhara, dormir a los pies de un glaciar en los Alpes o incluso a llegar a Venecia, cuando normalmente por estas experiencias se paga bastante dinero. La alternativa bicicleta
habla de reciclar y utilizar lo que está a tu alcance para no detenerte en conseguir cualquier cosa que quieras.
A través de sus relatos, Pablo Romero reflexiona sobre el despertar, o como él mismo dice “el morir en vida para poder renacer». Habla sobre tener claro lo que deseamos, sobre la no vuelta
atrás de cuando uno decide convertirse en viajero, y hasta sobre la incomprensión que los viajeros sentimos por parte de nuestra propia familia y amigos, donde sólo otros viajeros nos
comprenden.
Si os apetece entrar en la cabecita de alguien quien decidió dejar de ser un ser rutinario para ser un ser decidido a cumplir sus sueños, os invito a leerlo! Lo podéis conseguir
como e-book o
en formato físico.
Ah, y no sólo os estaréis inspirando, sino que ayudáis a Pablo Romero a seguir cumpliendo su segundo sueño que comenzó hace unos meses: recorrer de Argentina a México en un Renault
4 junto a su chica Marian. Ellos van financiándose precisamente vendiendo este libro y ya están por Perú! Aún no los conocemos en persona pero quien sabe, quizá nuestros caminos se
crucen algún día. Podéis seguir su aventura en su web Dos que van.
* Todas las fotos son del autor del libro Pablo Romero.