
El pasado agosto llegamos a Alaska a bordo de nuestra Gwagwa, la meta de un viaje que empezó meses atrás en México. Nuestro día a día en Alaska se convirtió en un sinfín de anécdotas que
nos hacen querer repetir la experiencia, desde encontrarnos con animales que jamás habíamos visto hasta sentir que pasas por todas las estaciones en un solo mes. Te contamos aquí
algunas cosas que te pueden pasar (porque nos pasaron) si viajas por Alaska en verano.
Pero antes te dejamos aquí el capítulo correspondiente a nuestra llegada a Alaska de la serie México-Alaska en combi:
Que se te cruce un alce por la carretera
Y estamos hablando de un animal del tamaño de un caballo que puede salir corriendo de un lado a otro de la carretera sin previo aviso. De hecho, hay señales de tráfico para advertirte y
hasta te indican los tramos en kilómetros donde te los puedes encontrar. Son preciosos, aunque dicen que más agresivos que los osos, así que hay que ir con cautela.

Encontrar gente vestida de los años 1900
En agosto se celebra el Festival de la fiebre del oro en Valdez, y no es de extrañar ver a chicas vestidas de cabareteras, hombres de época y a todo el pueblo bebiendo vino en la calle o
haciendo concursos de barcos de cartón.



Chicas bailando can-can en la calle y niños cruzando estanques a bordo de barcos pirata de cartón.
Ver más salmones que agua en los ríos
El verano es la corta estación donde Alaska se convierte en una explosión de vida, y esto en gran parte es causado por el remonte de los salmones por ríos y fiordos. Impresionante ver
centenares de salmones nadando y saltando obstáculos río arriba. Y ya sabes que si hay salmones vienen los pescadores… y los osos!


El salmón y el halibut son la pesca estrella de la temporada en Alaska.
Pasar junto a un oso mientras vas en piragua
Aunque parezcan peluches gigantes, más vale no encontrarse cara a cara con uno de estos. Pero en verano con los ríos llenos de salmón, las probabilidades de encontrar osos pescando suben
mucho y hay que llevar cuidado.


Este pequeño Grizzly buscaba salmones muertos a orillas de río a finales del verano, cuando la comida empieza a escasear.
Pasar de verano a invierno en 1 mes
El 1 de agosto entramos en Alaska en manga corta, el 15 ya estábamos en otoño, la vegetación tenía colores rojos y ocres espectaculares! y por el 25 ya hacía frío! P.D. El
1 de septiembre dejamos Alaska nevando. Así que si quieres disfrutar de toda esta variedad, agosto es perfecto para ir!

Que te toque ir cantando cuando vas de trekking
No sólo cargamos a todas partes con el spray antiosos (aunque es el último recurso a utilizar) sino que en cualquier pequeña ruta por la montaña, hay que ir haciendo ruido cantando
y aplaudiendo para que si hay algún oso por ahí se percate de tu presencia antes que tú de la suya. Nunca sabemos cómo puede reaccionar un oso sorprendido, pero yo no me arriesgaría…


Ver glaciares distintos cada día
La mayor parte de Alaska está cubierta por hielo, y la que no, es la parte habitada, pero aún así hay glaciares en todas las montañas, pudiendo llegar a tocarlos.


Ver mamíferos marinos desde la costa
Es fácil ver nutrias marinas jugando con el kelp y nadando cerca de la orilla, o leones marinos persiguiendo bancos de salmones y dándose un festín. También es posible ver
ballenas, aunque no tuvimos esa suerte.


En este video podéis ver a Bea explicando cómo usan las nutrias el kelp y cómo ayudan a su ecosistema:
Subir al autobús mágico de Alex Supertramp
Seguro que te suena la película Into the wild, basada en el diario de Chris McCandless sobre su odisea de California a Alaska. El verdadero autobús aún se encuentra allí pero hay que
adentrarse algunos días en “lo salvaje” literalmente. No obstante, el autobús réplica que utilizaron para el rodaje, se encuentra en el terreno de una cervecería en Healy y es de libre
acceso.


En agosto ya es tarde para ver el sol de media noche, aunque el sol se pone sobre las 22:30, habiendo claridad hasta las 23:00. Si quieres descansar bien es recomendable llevar antifaz
u oscurecedores para las ventanas, porque a las 5:30 ya es de día. Si lo que quieres es ver el sol de media noche, mejor ir a finales de junio cuando el sol se oculta entre las 23:40 y
las 4:20.

Encontrar un montón de setas distintas
Nos encanta hacer senderismo, y aunque la probabilidad de encontrar osos nos frenaba, no nos resistimos a hacer algunas rutas y encontrar estas setas que siempre nos han parecido salidas
de cuentos.
Sentir el efecto “The Winter is coming”
El clima en Alaska en verano es bastante agradable, no penséis que vivíamos entre iglús o íbamos cubiertos por capas y capas de ropa para poder sobrevivir, aunque sí es recomendable llevar una buena chaqueta de montaña que nos proteja de frío, viento
y lluvia y a la vez sea transpirable. En verano durante el día las temperaturas pueden ser entre 15 y 20º C, pero por la noche pueden bajar hasta 5º C. Obviamente depende de si sale un día
despejado, donde te podrás quedar en manga corta al sol, o un día lluvioso donde estés encerrado bebiendo té caliente todo el día. Eso sí, a principios de septiembre, prácticamente todos
los negocios cierran y la mayoría de gente se muda al sur, se acerca el invierno y los pueblos quedarán únicamente comunicados por avionetas.



Cuando acampas en Alaska, hay ciertos artilugios que puede que no te sean familiares. Por simple que parezca, si nunca has utilizado un cubo de basura a prueba de osos te puede llevar un rato averiguar cómo abrirlo (como le pasaría a un
oso…). Igualmente las puertas de los baños tienen cierre
para evitar que entre un oso y te de una sorpresa cuando vayas a utilizarlo. O si llevas comida y viajas en bici o andando, verás que
hay cajas de seguridad donde dejar tu comida por la noche lejos de tu tienda, y si no, a colgarla de un
árbol.
Ser uno de los pocos afortunados en ver el pico más alto de Norteamérica
Sólo el 30% de
los visitantes del Parque
Nacional Denali tiene
la suerte de que le pille un día despejado y ver el pico
McKinley,
también conocido como Denali, con 6190
m de altura.
Si dispones de flexibilidad de fecha te recomendamos revisar el pronóstico del tiempo y hacer la visita el mejor día. Ya que hay que pagar la entrada, merece la pena!

Ver águilas americanas a pie de playa
Las águilas más grandes de esta especie son las de Alaska, pudiendo pesar 7 kg y medir 2.5 m de envergadura. A veces se pueden ver grupos de 8-10 águilas pescando a orillas de
la playa o de un fiordo.

Aunque estuvimos un mes en Alaska, volveríamos sin duda. Su espectacular naturaleza nos cautivó, además de que el turismo en camper es muy habitual y hay toda clase de servicios y comodidades.
Definitivamente Alaska es un sitio al que hay que ir antes de morir.

Puedes seguir nuestra serie en video México-Alaska en combi, o ver cómo transformamos nuestra furgoneta para conseguirlo. Aquí te
dejamos los primeros capítulos de las series: