
Sí, por fin llegó el día en que podemos decir que nos unimos a todos esos aventureros que han recorrido el continente americano y nos vamos a dibujar nuestra propia aventura. Estamos a punto de
empezar a cumplir un sueño que, por varios motivos, lleva mucho tiempo gestándose en nosotros. Uno de los sueños más grandes que hemos
tenido.
Lo que hace unos meses empezó como un pequeño viaje de verano, se convirtió en 9 meses de ruta por parte de Europa y Marruecos, y ahora continúa creciendo hasta el otro lado del océano. Habíamos
oído eso de que viajar engancha, y es verdad. Cuando llevas tanto tiempo de ruta, es difícil establecerse en un sitio a largo plazo. Nos hemos
convencido de que por ahora queremos seguir viviendo así y estamos haciendo todo lo posible para conseguirlo.
Justo con nuestra motivación viajera por las nubes se nos presenta la oportunidad de ir a México. Y por qué no? nos decimos. Por qué no seguir colaborando con proyectos de naturaleza en
otros lugares? Pero México está lejos… esto significa un todo o nada por nuestro proyecto. Uf, ya son palabras mayores. Y ya que estamos en el otro
lado del charco aprovechamos y seguimos por el continente, no? A nuestra mente le cuesta muy poco ponerse a hacer planes a un ritmo exponencial. Pero si no vamos ahora detrás de nuestro sueño,
cuándo lo haremos? Con un cosquilleo en el estómago nos ponemos a buscar vuelos baratos, y a ir diciéndole a nuestra cabeza que vaya haciéndose a la idea, que ese sueño que parecía lejano puede
tomar forma antes de lo que cree. Y con un click compramos dos billetes de avión a Cancún. Ya no hay vuelta atrás. El cosquilleo ahora está por todo el cuerpo. Espera que se lo digamos a nuestras
familias…

Os estaréis preguntando lo mismo que nos preguntamos nosotros cuando nos planteamos el viaje. Nos llevamos la furgoneta? Llevar tu casa a cuestas está lleno de ventajas logísticas durante el
viaje. No hay que preocuparse dónde comer y dónde dormir cada día, no hay problema si hace frío o llueve, tenemos un techo y ropa de sobra. Es nuestro pequeño
refugio. Consideramos la opción de llevárnosla, pero rápidamente descubrimos que es muy caro, nos costaría más llevárnosla que lo que invertimos en camperizarla, o incluso lo mismo que
comprarnos una de segunda mano. Aunque le tenemos mucho cariño a nuestra minicasita con ruedas, la furgo se queda. No sabemos si tras una temporada por
allí cambiemos de opinión, o decidamos comprar una, no sabemos qué ruta nos espera, pero por el momento vamos a probar a ir ligeros de equipaje. Esto es
lo que más nos está costando asumir de este nuevo viaje, es todo un desafío para nosotros.

Algunos pensarán que qué valientes, qué suerte, qué atrevidos… no os vamos a engañar, estamos muertos de miedo, pero la ilusión y el gusanillo viajero
ganan por goleada. Nunca hemos sido mochileros. Nunca hemos hecho autostop. Nunca hemos cargado con todas nuestras pertenencias por más de tres días. Nunca hemos tocado la puerta de un
desconocido para pedirle acampar en su jardín. Nunca nos ha faltado ropa de abrigo. Nunca hemos viajado en la parte de atrás de un camión. Nunca hemos recorrido a pie un país entero. Nunca nos
hemos quedado sin comida. Nunca hemos tenido que preocuparnos por tan pocas cosas como sólo una mochila. Pero si tanta gente lo ha hecho y además cuentan que es una de las mejores experiencias de
su vida, por qué no intentarlo? Si alguna vez tenemos que arrepentirnos de algo, no será de no haberlo hecho.
Aunque seamos unos novatos lo vamos a hacer, estamos dispuestos a aprender y queremos vivir esta experiencia. Así que si quieres saber qué pasaría si te fueras de
mochilero por primera vez hoy mismo, seremos tus conejillos de indias, y lo vamos a ir relatando todo.

Nuestros ahorros no dejan de disminuir, y no somos ricos, por eso llevamos un mes sentados frente a un ordenador dando
rienda suelta a la creatividad para vivir haciendo lo que nos gusta. Somos biólogos y no tenemos ni idea del mundo blogger, pero ya nos hemos puesto a aprender poco a poco sobre webs,
a montar nuestra tienda online, a promocionar nuestros dibujos, a buscar voluntariados, a vender nuestras pertenencias, a contactar con gente, ideas que no paran de surgir alimentadas por las
ganas de conocer el mundo. Vivir viajando no es estar de vacaciones permanentes, hay que ingeniárselas día a día para sacar un poco de dinerillo, gastar
el mínimo posible y estirarlo al máximo. Por supuesto que nuestro viaje no va a ser de tipo turista, eso sería muy caro y agotador. Seguiremos viajando como hasta ahora: lentamente, abiertos a
cambios de planes, a lo que nos ofrezca el camino, parando a hacer voluntariados y trabajar si es necesario.
CUESTA IR CONTRACORRIENTE
Por si fuera poco ya el respeto que nos da lanzarnos a la aventura, todos los días hay alguien o algo que nos envía el mensaje de “cuándo vas a buscar un trabajo estable?” “cuándo vas a
asentarte?” “cuándo vas a dejar de estar de vacaciones?” o un simple “cuándo volvéis?”. A ver cómo explicamos que queremos vivir así… Por suerte también nos encontramos cada vez más a gente como
nosotros que a pesar de lo que digan ha decidido cumplir su sueño, no necesariamente viajar, pero sí hacer lo que les gusta y lo que les llena, sabiendo
que debían renunciar a muchas cosas y trabajar duro por conseguirlo. Si a nosotros se nos plantean estos “obstáculos”, imagina a una familia que decide ir a hacer un gran viaje con sus hijos. No
me imagino la cantidad de comentarios sobre la supuesta irresponsabilidad de los padres, peligrosidad del viaje y pérdida de tiempo en la educación. Y ahí están, emprendiendo viajes, en plena
ruta o alegrándose de haber hecho eso con sus hijos. Cada semana conocemos por lo menos a una familia viajera que nos recuerda que querer es poder, a pesar de lo
que digan.

CONOCES ALGÚN PROYECTO DONDE PODAMOS AYUDAR?
El próximo 12 de junio llegamos a Cancún, no nos vamos de hoteles todo incluido, pero allí es dónde llegan los
vuelos más baratos. Así que ese será nuestro punto de partida. Tenemos muchas ganas de conocer los parques naturales de la zona y los proyectos de conservación de tortugas y mamíferos, pero la
búsqueda de proyectos y personas está siendo más lenta de lo que esperábamos y aún no sabemos ni dónde dormiremos. Y aquí es donde os pedimos vuestra ayuda: Si
sabéis de algún proyecto o conocéis a alguien en México que trabaje en conservación de la naturaleza (protección de tortugas marinas, monitoreo de animales, anillamiento de aves,
estudios de vegetación, etc.) por favor hacédnoslo saber, os lo agradeceremos muchísimo. Y por supuesto, también aceptamos sofás donde dormir y ducha, a cambio hacemos unas tortillas de
patatas y un salmorejo buenísimo! Gracias!!!
SUSCRÍBETE!!!
Si te ha gustado este artículo, suscríbete a nuestro boletín para no perderte nuestras aventuras, cómics y novedades. Prometemos no ser SPAM, sólo recibirás
uno al mes.