
Atraídos por sus paisajes verdes salpicados de
castillos, sus bosques centenarios donde poder perderse y disfrutar de la naturaleza y sus curiosas formaciones rocosas, llegamos a Luxemburgo, un pequeño país en el centro de Europa.
Nuestro destino principal fue el pueblo de Beckerich, donde trabajamos un par de semanas en una granja ecológica, pero
eso ya os lo ha contado Bea en el artículo
anterior. En nuestro tiempo libre y fines de semana nos dedicamos a descubrir Luxemburgo.

El primer fin de semana hicimos un pequeño recorrido por la zona norte del país, la primera
parada fue en Vianden, a visitar uno de los castillos más impresionantes de Luxemburgo. El castillo de Vianden se encuentra en lo alto de la montaña, dejando el pueblo a sus pies
con una bonita panorámica. Tuvimos la suerte de que durante el mes de septiembre se celebra la feria de la literatura dentro del castillo, con lo que durante ese tiempo la
entrada es gratuita, toma ya!

A pocos kilómetros (en un país como este, todo está a pocos kilómetros) visitamos también el castillo de Bourscheid, en
este caso la entrada no era gratuita, nos conformamos con ver el patio y la muralla desde fuera. La zona esta llena de senderos para mountain bike, lástima que dejáramos las bicis en
Beckerich.

Por la tarde llegamos a nuestro destino final, Esch-sur-Sûre y el Parque Natural del alto Sûre. Ya es temporada baja por lo
que el pueblo esta muuuuy tranquilo, lo cual nos permite dar un paseo casi a solas por sus calles. El pueblo está construido de manera circular, ya que está a orillas de una de
las curvas del río, dándole una forma peculiar que se puede apreciar desde la montaña.

El domingo lo dedicamos a disfrutar de la Naturaleza alrededor del lago del alto Sûre. Un lago muy concurrido en verano,
pero que ahora nos permite una ruta tranquila a pesar de ser domingo, el buen tiempo nos acompaña e incluso nos tostamos un poco al sol.

Pudimos observar alguna que otra ardilla, pero sobre todo diferentes especies de aves, destacando el ganso del Nilo,
abundante en la zona, que aunque no es autóctono, se introdujo como ave ornamental y ahora ya cría en estado salvaje por muchos lugares de Europa.


El lago es famoso por su pesca, esta lleno de barcas de metal y es típico que al finalizar la
jornada de pesca se junten los pescadores alrededor de fogatas a cenar lo pescado, es por ello que cada pocos metros cerca de la orilla se puedan ver los restos de las fogatas.

En nuestro segundo fin de semana, visitamos la ciudad de Luxemburgo acompañados con Noeleen y Jean, nuestros compañeros en
la huerta de Beckerich. Se trata de una ciudad pequeña y nada barata. La ciudad está rodeada por un cinturón verde, por el paso del rio Alcette y por una serie
de parques que rodean la ciudad, ideal para desconectar del asfalto.

La ciudad tiene unas bonitas vistas al río donde se pueden visitar las partes más antiguas de la ciudad. Recomiendan la visita de los
túneles y galerías del Bock pero cuando fuimos estaba cerrado, nuestro horario español aún no se acostumbra al europeo y todo cierra muy pronto.

Para terminar este pequeño gran país, nos dirigimos a la región de Müllerthal, conocida como la pequeña
Suiza debido a sus formaciones rocosas. Aquí encontramos el «Müllerthal Trail», considerado el mejor sendero europeo 2015, con 112 km de rutas entre ríos,
pueblos, castillos e impresionantes bosques. No lo hicimos completo, pero sí recorrimos algunas de sus mejores
partes, tanto andando como en bici.
Aquí os dejamos 4 rutas de la región de Müllerthal:
1- MÜLLERTHAL: El lugar que da nombre a todo el sendero no es un pueblo como tal, es más bien el epicentro de
donde salen todas las posibilidades de empezar cualquier ruta o la ruta entera. Aquí hay un parking, un punto de información turística, un camping y por supuesto un bar, lo básico… Desde
aquí hicimos una pequeña ruta muy bonita con pasarelas de madera y la famosa cascada de Schiessentümpel, aunque tenía el inconveniente de que pasaba muy cerca de la carretera,
pero aunque sea por las fotos, merece la pena.


2-CASTILLO DE BEAUFORT: Perfecto para
rodar la siguiente temporada de Juego de Tronos, el espectacular castillo semiderruido (pero conservado) es una de las paradas obligatorias. No es de entrada gratuita, pero justo
delante tiene una buena zona de césped donde poder hacer picnic, y eso hicimos.

En los alrededores existe una pequeña pero bonita ruta siguiendo el curso del río, las formaciones erosivas de las rocas en
la densidad del bosque son espectaculares. Con suerte puedes ver pito negro, un pájaro picapinos difícil de observar en España pero que aquí es bastante abundante.


3- BERDORF : Sí o sí,
tienes que visitar este sitio. No apto para los que padezcan de claustrofobia, te ofrecen un lugar mágico, en mitad del bosque nos encontramos en un laberinto de pasadizos a través de
roca erosionada, recomendable llevar linterna para algunos de ellos, donde el paso a veces es muy justito o incluso imposible para “fuertecitos” como yo.


Por suerte todo el laberinto está numerado, con lo que perderse es muy complicado a pesar de que pases 2 o 3 veces por el
mismo número, en algún caso toca ponerse de rodillas o salvar con escaleras muy verticales alturas de más de 20 metros, pero no lo cuento, lo veis en este video:
4- CUEVA
HOHLLAY: Nuevamente dentro del Müllerthal Trail,
hacemos otra pequeña ruta que pasa por la cueva de Hohllay, donde además aprovechando parte de las oquedades de la zona, han construido un anfiteatro mimetizado con la naturaleza
donde dan conciertos musicales.

En esta zona no sólo caminamos, sino que también pude hacer algo de bicicleta. Casi todo Müllerthal tiene su versión para mountain
bike y esta ha sido una de las mejores rutas que he podido hacer en bici, aquí dejo un pequeño montaje de un minutillo para poner los dientes largos a los amantes de las dos ruedas a
pedal, eso sí, qué pena no haber tenido mi cámara Git2 para grabar la sensación en primera persona.
En esta época del año (septiembre), el bosque está lleno de setas, muchísimas, tantas que hemos decidido hacer un álbum especial con fotos en la página de Facebook, a ver si nos
ayudáis a identificarlas!

Desafortunadamente, a pesar de lo espectacular y salvaje que puede ser un paisaje, siempre encontramos basura. Y esto me
hace reflexionar sobre la responsabilidad de las grandes marcas, ya que al ser ellas las que más venden, es justamente de ellas de quien más basura encuentras. Ya sé que no
es culpa suya que su envase con su marca este aquí, pero ya que se encargan de bombardearnos el cerebro diciéndonos que la “felicidad” reside en sus productos, ¿por qué no se encargan de recordar
a algunos que lo tiren al contenedor correspondiente? O ya que estamos, como a parte de ser productores de “felicidad” también lo son de residuos, ¿por qué no se hacen al menos
un poco responsables de ellos? seguramente así, seamos más felices todos.

En definitiva y volviendo al tema, Luxemburgo es un país pequeño, pero espectacular, donde uno se siente seguro esté donde
esté, donde las casas en los pueblos no tienen vallas y según ellos mismos dicen «¿para qué quiero una valla? No me hace falta, no tengo que esconderme de nadie…»
Para finalizar os dejamos unas fotitos del eclipse lunar, que pudimos observar a pesar de tener que salir a la calle con un frío que pela a
las 3 de la mañana… (como dato: esa noche pasamos tanto frío que Bea estuvo con fiebre todo día siguiente. Pero, a que quedaron chulas las fotos?).

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